Seguro que recordareis esta frase en boca de su autor, el
egregio conquense Fray Luis de León, que la utilizó al retomar sus clases, en
la universidad de Salamanca, después de cinco años en los calabozos de la
Inquisición…
Permitidme un pequeño plagio para, después de unos meses – pasados,
no en la cárcel, pero si en alguna forma de responsable y voluntaria “prisión”
– utilizarla como comienzo.
Decíamos ayer… ¡Ahora que caigo!... puesto que en este blog,
además de otros temas, tiene también cabida la poesía y acabo de plagiar a un poeta,
me parece lo mas justo hacer lo que esté en mi humilde mano por su justa fama.
ODA
XXIII
A LA SALIDA DE LA CÁRCEL
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.
A LA SALIDA DE LA CÁRCEL
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa
ni envidiado ni envidioso.
Es curioso que en este texto parezca agradecer los muchos
años de cárcel… A mi me parece un muy interesante personaje que ayuda a entender
el Renacimiento y el humanismo en el que se basó.
¡Me alegra mucho verte de nuevo!
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Bien hallado de nuevo por estos parajes! Mira, en una semana ya nos hemos visto dos veces, jajaja. En cuanto al eximio escritor, ¡qué bonitos suenan sus versos en tu voz! Un beso, Pablo.
ResponderEliminarPues bienvenido de nuevo, amigo Pablo. Seguro que tu voluntaria estancia en esa mazmorra ha sido muy provechosa.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Está muy bien alejarse de la envidia.
ResponderEliminarTienes una voz muy bonita.
Un abrazo.
¡Me encanta tu blog¡, amigo Pablo.
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo¡
¡Me encanta tu blog¡, amigo Pablo.
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo¡